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Bosques- estrés- ansiedad

Investigaciones del Dr. Qing Li en Japón (2004-2006)

La Sociedad Japonesa de la Medicina de los Bosques (Japanese Society of Forest Medicine) luego de varias investigaciones ha abordado a la conclusión de que los frecuentes paseos por los bosques son altamente terapéuticos dado que predominantemente, reducen el  estrés en los seres humanos.

Que pasa en las ciudades de hoy?

La ciudad ofrece otro tipo de estímulos a nuestro sensible cerebro. La ciudad ofrece ruido, movimiento constante (por ejemplo de tráfico). Conocemos los efectos de campos electromagnéticos de alta frecuencia generados por los sistemas de AM, FM, internet, telefonía fija inalámbrica y telefonía celular.

Cómo responden algunas personas a los constantes estímulos de las ciudades?

El cerebro es un captador de señales, tiene que captar, transmitir y el cuerpo responde fisiológicamente, o sea se pone en acción de acuerdo a la interpretación que hace de estas señales. Las grandes ciudades, tienden a sobrecargar  al cerebro humano por la frecuencia e intensidad de los estímulos que este se ve “forzado” a captar. La transmisión de estos múltiples y continuos estímulos, leídos a veces indiscriminadamente como señales, pueden en muchos casos, elevar en algunos individuos, las hormonas que indican que el cuerpo está en peligro/estrés. Cuando el sistema está altamente cargado de hormonas como la adrenalina y cortisol la persona comienza a padecer a lo largo de los días, meses años una predisposición clara a síntomas de ansiedad (respuesta al estrés). La ansiedad sería una respuesta razonable frente a la invasión de estímulos (estrés) que predisponen al cerebro a leer peligro aún cuando no lo hay.

Por qué (científicamente hablando) un paseo por el bosque ayuda a reducir el estrés?

El Dr. Qing Li, quien fue el pionero en investigar la relación entre los seres humanos y los bosques, ha probado que los individuos que pasean entre los árboles se benefician altamente dado que se ve una reducción en sus niveles de cortisol, adrenalina y noradrenalina en la sangre. El paseo entre los árboles reduce la actividad del lóbulo pre frontal, reduce también la presión arterial balanceando así la actividad cerebral autonómica. Dr. Li agrega que en el bosque respiramos sustancias volátiles provenientes de los árboles que permite reducir el estrés.

Sólo bastaría caminar por el bosque para reducir el estrés? Y si no tengo un bosque cerca?

Entendemos que la idea de ir a caminar entre árboles, comprobado por el Dr. Li, reduce el estrés y la reacción del sistema nervioso/fisiológico al mismo. Aún así, sabemos hoy día  que nuestro  sistema nervioso no reconoce realidad de fantasía. Pasear por el bosque, la anticipación al paseo o el imaginarselo podrían invitar sin embargo a reducir  los niveles altos de estrés (para quienes lo padecen). No olvidemos que los estímulos/estrés pueden venir del propio individuo que con sus propios pensamientos (catastróficos a menudo) podrían igualmente crear una clara predisposición a estos síntomas de ansiedad mencionados anteriormente.

Conclusión:

Pasear entre los árboles, se ha probado científicamente,  es un claro remedio contra el estrés. Sabemos, además,  que la ansiedad es una respuesta al estrés. El disparador del estrés puede ser interno o externo y es siempre vivido como amenazante (sensación de urgencia interna). La ansiedad es una respuesta adaptativa frente a la sensación de urgencia despertada por los estímulos leídos como amenazantes, Siguiendo esta línea de pensamiento, y considerando lo disfuncional (aunque común) que es el experimentar estrés constante y su consecuente ansiedad, no sería apropiado y conducente para reducir síntomas de ansiedad estar más alerta a lo que nos decimos? Por dónde caminamos? Con quienes nos relacionamos? Qué elegimos? Cuanto nos entendemos? Cómo nos cuidamos? Y….siguiendo las conclusiones del Dr. Li, cabe preguntar… cuándo fue la última vez que has  caminado en un bosque?

 

Quien quiera visitar los estudios de La Sociedad Japonesa de la Medicina de los Bosques (Japanese Society of Forest Medicine) aqui dejo el link:

http://forest-medicine.com/epage01.html

 

Lic Laura Coogan

Sept 2018

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Forest- Stress-Anxiety

Research by Dr. Qing Li; Japan (2004-2008)

 

The Japanese Society of Forest Medicine, after reviewing a number of research studies, has arrived at the conclusion that frequent walks in a forest setting may have a therapeutic effect on individuals by reducing their stress levels.

What happens in our modern cities?

Life in cities (away from forests), offer a variety of stimuli to our sensitive brains. These can typically include the movement of other people, traffic and their associated sounds, not to mention the effects of the increasingly ubiquitous magnetic fields associated with mobile phones, internet connections and the like.

How do some people respond to the constant stimulation that is found in cities?

The brain “captures”a variety of  stimuli, interprets it, and then transmits the interpretation to the rest of the body. The body, in turn, then responds to this stimuli in its physiological way. The transmission of these multiple and consistent stimuli, interpreted at times in an indiscriminate way (if the filter/coping mechanisms are broken) may, on occasion, increase the level of hormones associated with the fight or flight response.  When the body is charged with hormones such as adrenaline and cortisol, the individual may start suffering after a number of days, months or years, and develop a clear predisposition toward anxiety-like symptoms in  answer to this accumulated stress. Symptoms such as these may eventually act as a not unexpected response to an “invasion” of stimuli that could predispose the brain to interpret them as a threat, even when they are not.

Why, from Dr. Li’s scientific point of view, does the forest help people reduce their stress levels?

Dr. Qing Li, a pioneer in this field, has proven that people may benefit from walking in forests by identifying the reduction of hormone levels in the blood such as cortisol, adrenaline and noradrenaline.

According to Dr Li’s research, walking in the forest has also been shown to decrease the activity of the prefrontal lobe and, in addition, decreases blood pressure, thereby balancing the autonomic nervous system. He also explains that in the forest there are ‘certain naturally occurring substances that people breath while walking among trees that contributes as well to the reduction of the levels of stress hormones.

Just walking in the forest may reduce people’ stress levels? And what if there are not a forest close by?

Based on the above research, when people walk in the forest, their stress levels and their responses to stress may decrease. However, it is fairly well known that the nervous system does not necessarily always differentiate between reality and fantasy/imagination. Walking among trees, the anticipation of it, imagining the trees nearby could potentially elicit the same reactions in people’s nervous systems, resulting in the reduction in the body of stress hormone. Also, high levels of stress at times, can be caused by internal stimuli. Thoughts, especially negative, pessimistic, catastrophic ones, tend to create the same “reactivity” (vs responsiveness) than external negative stimuli. Individuals who suffer from the negative effects of either internal and external overwhelming stimuli may be predisposed to suffer as well from anxiety like symptoms.

Conclusion:

It has been scientifically proven that walking among trees may reduce stress. Anxiety like symptoms  can be a reaction to high levels of stress that could be more or less adaptable. As it has been mentioned here, the trigger to this reaction could be internal or external. However, the accumulation of stimuli may predispose the individual to react as if he/she is under threat, or is “unsafe”,  which may result in experiencing a sense of urgency or anxiety.

Following this line of thinking, and considering the high levels of stress that some people experience, and the consequent suffering from anxiety like symptoms (among others), would it not be prudent and conducive to better health to pay attention to what you think, tell yourself, the people that you interact with?  And what of your daily choices? How well do you take care of yourself?

Following the conclusions of Dr Qing Li, I would like to ask you, the reader, when was the last time that you went for a walk in a forest?

 

If you are interested in reading Dr. Qing Li’s research from the Japanese Society of Forest Medicine go to the following  link:

http://forest-medicine.com/epage01.html

 

Laura Coogan

Sept 2018

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Descripcion de la Terapia Psico fisiologica de la Auto regulacion

 

Desde mi programa en Canadá que atiende a inmigrantes y refugiados de guerra, voy a desarrollar brevemente cómo esta nueva línea terapéutica llamada Self-Regulation Therapy  creada por los fundadores del Canadian Foundation for Trauma Research and Education alivia y fortalece a personas que han padecido experiencias traumáticas extremas.

Lic. Laura Coogan

Presentado en XI Congreso internacional de estrés traumático y desórdenes de ansiedad Buenos Aires, Argentina – 23 – 25 de Junio, 2010

Descripcion de la Terapia Psico fisiologica de la Auto regulacion (Self regulation therapy) en el Trabajo con Trauma y Disociacion

Desde hace más de 10 años atiendo en Canadá a pacientes que llegan a mi servicio previamente diagnosticados con Post Traumatic Stress Disorder (PTSD). El refugiado, normalmente desplazado forzosamente de su lugar de residencia, llega a obtener el estatus de refugiado luego de haber vivido experiencias extremas como violación, tortura, pérdida de seres queridos y hambre, entre otras.
La respuesta humana a experiencias altamente negativas es leída comúnmente como amenaza a la integridad física. Mis pacientes más allá de interpretar la experiencia como amenaza subjetiva, vivencian una carga emocional extra al observar a otros ser también victimizados. Lo peculiar en esta población es que la cronicidad de la amenaza “real” genera en muchos casos extrema resistencia física y emocional.

Al vernos amenazados, los seres humanos así como los animales, contamos con un repertorio limitado de respuestas. Estas reacciones genéticamente programadas se reducen a huir, pelear o inmovilizarse (congelarse, disociarse). Cualquier otra respuesta más elaborada, por ejemplo apelar al uso de estrategias relacionadas con la “resolución de problemas” o la búsqueda de asertividad, podrían ser muy riesgosas para la sobrevivencia. Según A. van der Kolk y colegas explican- “Hay situaciones en las que una persona no puede dejarse afectar por ciertas experiencias; en el contexto de niños abusados sexualmente, violación o tortura por razones políticas, la confrontación activa puede provocar un deseo de retaliación por parte del predador. En tal caso, una actitud ‘pasiva’ no es mal adaptativa, el desapegarse de lo circunstancial, el ’irse con la mente’ puede sin duda ser mejor estrategia para el sobreviviente.”

Dado que el trauma reside en el Sistema Nervioso, ya no en el evento externo, el sobreviviente, aunque exitoso, queda vulnerable especialmente en relación a circunstancias futuras. Estas reacciones mencionadas anteriormente, primariamente relacionadas con la disociación, quedan alojadas en el cuerpo, lo imprimen y al no tener la oportunidad de descargar, el individuo las “lleva puestas” a nuevos entornos y circunstancias.

Otro grupo de pacientes con quienes trabajo son personas que entran a Canadá en calidad de Inmigrantes, o con visa de estudiantes o de negocios, a veces responden de manera similar al refugiado con un alto grado de disociación y auto aislamiento. Esto se ve claramente en personas que afectadas por el proceso migratorio, re-experimentan cuestiones de desapego (attachment) primario o débilmente construido en la infancia.

El proceso migratorio básicamente cuestiona los referentes cotidianos que forman parte de la identidad individual y comunitaria y el inmigrante o refugiado son desafiados en este sentido de manera similar. Al tratar de comenzar una “nueva” vida en un ambiente ajeno pero que los recibe sin cuestionamientos, suelen desarrollar síntomas asociados a las experiencias anteriormente mencionadas, que les imposibilita en muchos casos funcionar en el nuevo ambiente y cultura.

Trauma y Disociación

Según A. Van der Kolk y colegas (2007, Pág.53):
La disociación, el mecanismo de defensa originalmente descripto por Pierre Janet (1909) quien investigó la relación entre trauma, memoria y el tratamiento de las etapas en la disociación, no fue integrada en el estudio de PTSD antes de 1980, año este en que se descubrió el importante role que el mecanismo de disociación tiene al definir PTSD.

En los últimos años los investigadores que estudian los fenómenos traumáticos han coincidido a su vez, que la disociación de la experiencia traumática en el momento del trauma o inmediatamente momentos posteriores a la experiencia es preludio de los múltiples síntomas que describen el síndrome PTSD a saber. La interrupción de la memoria consciente, confusión respecto de la propia identidad, la percepción del entorno aparece desintegrada, dificultades en la concentración. La regulación emocional se dificulta ya que las personas con tendencia a la disociación quedan restringidas en su capacidad de describir e identificar emociones (alexitimia) resultando esto en una actitud desapegada y poco comprometida que a veces da lugar al ya mencionado aislamiento social. La mayoría de mis pacientes refugiados que han sufrido enormes y persistentes persecuciones y atentados contra su seguridad básica, recorren las calles sin dirección, estimulados constantemente por los efectos fisiológicos del impacto traumático. Otros, por el contrario, se aferran obsesivamente a una rutina con el fin de controlar y “expulsar” cualquier intrusión de imágenes ligadas a lo traumático. Es común verlos diseñar sus rutinas basadas en conductas evitativas de lo que podría eventualmente despertar recuerdos dolorosos. Estos paciente, aunque altamente funcionales padecen de un nivel de ansiedad muy alto cada vez que falla el sistema.

Al decir de Abram Kardiner, (quien incluye en el DSM III la categoría de PTSD) los pacientes que sufren de neurosis de guerra desarrollan amnesia respecto de la experiencia traumática sin embargo todavía responden en lo cotidiano a la misma.

Hoy se sabe que el estrés relativo a la experiencia traumática puede generar en el organismo una cantidad de síntomas y dolencias que de no tratarse pueden convertirse en enfermedades.

Robert Scaer, investigador de los efectos fisiológico de lo traumático, al estudiar la función autoinmune explica que los individuos expuestos a continuo y extremo nivel de estrés son susceptibles a enfermedades infecciosas debido a la supresión de la inmunidad natural. Scaer describe cómo los mismos síntomas corporales refuerzan el nivel de estrés en el cuerpo que a su vez contribuyen con el desarrollo de enfermedades crónicas. Robert A. Scaer (2007, pág. 83) concluye:

En el fenómeno de Post Traumatic Stress disorder (PTSD), el Sistema Nervioso Autónomo se relaciona con la auto-perpetuación del fenómeno que ocurre en el llamado “kindling” (encendido que se propaga a través de pequeñas astillas; metáfora que describe como el impacto traumático se perpetua de manera inconsciente). Este encendido constante (kindling), produce crónicas perturbaciones a nivel vascular, endocrinológico y del sistema inmunológico contribuyendo de esta manera al desarrollo de enfermedades relativas al trauma.

Cuando una persona es amenazada (a través de una experiencia objetiva o subjetiva) la respuesta natural (programada genéticamente) de huir o pelear puede estar bloqueada por un sistema nervioso central que está sobrecargado. La reacción frente a una experiencia negativa consecuentemente puede estar más relacionada con una respuesta disociada. Cuando la respuesta disociada se hace síntoma aparece restringiendo la respuesta adaptativa a nuevas y diferentes circunstancias.

He aprendido a través de los años al trabajar con refugiados de guerra, que una de las características comunes que presentan es el evitar el encuentro con personas que pertenecen al mismo grupo étnico. El sonido de la lengua materna está asociado íntimamente al dolor de la perdida de familiares y seres significativos y como consecuencia terminan auto-segregándose arriesgándose así al aislamiento extremo. Distinto es el caso de María, una paciente de Somalia abandonada al nacer en la puerta de un convento Italiano (en Somalia) donde fue criada por las monjas quienes la educaron en la fe cristiana así como en la lengua italiana. Al llegar a los 18 años de edad María debe salir del convento y ganarse la vida. María es perseguida, mutilada, vejada dada su condición de mujer soltera y cristiana entre musulmanes extremos.

Al llegar a Canadá, luego de conectarse con una iglesia y la comunidad italiana, comienza a restringir sus recorridos para evitar todo contacto visual con cualquier persona negra, como ella misma, ya que esto despierta un terror bien fundado debido al horror sufrido por ser minoría católica en un país de mayoría musulmana. María actuaba el terror pero no había registro en ella de la conexión entre gente de color y su experiencia traumática. Esta respuesta disociada refleja la inmovilidad, la falta de respuesta adaptativa en relación a la nueva realidad circundante. En el caso de María, la respuesta adaptada a sus circunstancias pasadas era la inmovilidad con la que respondió por años para salvar su vida. Su sistema nervioso, frena impulsos naturales como pelear o escapar y queda, con el tiempo, atrapado en esta inmovilidad que responde en el presente anacrónicamente a la escena traumática. María sigue desde la experiencia corporal viviendo en Somalia y su cuerpo continúa actuando la evitación a lo “amenazante” de manera compulsiva.

María vive en el presente en un entorno multicultural que promueve la convivencia entre diferentes razas y culturas y limita y penaliza las reacciones racistas y discriminatorias, a pesar de ello, María aparece restringida en su capacidad de observar e interactuar en su nueva realidad.
María, al recrear la escena traumática, constantemente “recordada” en el presente desde lo fisiológico, carece de respuestas flexibles para adaptarse y responder a las exigencias de las circunstancias presentes.

Terapia de la Auto-Regulación (Self Regulation Therapy, SRT)

La Asociación Canadiense (Canadian Foundation for Trauma, Research and Education, CFTRE) investiga cuestiones relativas a la experiencia traumática y sus efectos en lo fisiológico. CFTRE analiza eventos significativos como accidentes automovilísticos, intervenciones quirúrgicas, estar expuestos a violencia entre otras circunstancias que impactan en nuestro sistema nervioso de manera intensa y transformadora. La experiencia traumática, transforma el funcionamiento cerebral, quien a su vez transforma el cuerpo, el propio sentir y la relación a los otros. El impacto traumático naturalmente produce una alteración en la regulación de lo fisiológico.

Para tratar el impacto de lo traumático la Asociación Canadiense propone Self Regulation Therapy (SRT), terapia psicofisiologica de auto-regulación, para disminuir el impacto fisiológico de lo traumático.

Luego de 25 años de experiencia como psicóloga clínica tomé la decisión de formarme en esta línea psicofisiologica, Self Regulation Therapy, para trabajar particularmente con los síntomas que impacta lo traumático en el cuerpo. La idea de ahondar en el contenido traumático aparece fascinante cuando se entreteje con las sensaciones corporales que se trabajan progresivamente en este tipo de tratamiento.

Aprendí en este proceso, al decir de Allan N. Schore (2003, Pág. 255) que:

Las reacciones corporales, tanto del terapeuta como del paciente; sobre todo las respuestas a nivel del sistema nervioso autónomo, generan un impacto mutuo en el encuentro terapéutico, por lo tanto deben incluirse en nuestra práctica [como elemento transformador].

La terapia psicofisiológica de la auto-regulación es tomada por mis pacientes de todo nivel educativo y cultural con natural aceptación lo cual favorece a la relación transferencial que no es fácil con pacientes que, afectados a niveles inhumanos, presentan dificultades al tratar de identificar personas confiables para “abrirse” a trabajar lo que a veces no es fácil siquiera nombrar.

Mis pacientes escuchan con atención mi propuesta de ver cómo podemos identificar sensaciones del cuerpo ayudados por ciertas preguntas orientadoras que forma parte de la tecnicidad del tratamiento. De manera progresiva, el paciente va identificando a su vez, lugares “salvados” desde el cuerpo así como también recursos/sostenes reales o imaginarios, descripto claramente por Peter A. Levine.

El proceso es sutil pero sumamente intenso. El contenido de lo traumático así como de lo “salvado”, los recursos del sobreviviente al trauma comienzan a integrarse permitiendo en el cuerpo la descarga. Desde la terapia de la auto-regulación la descarga buscada no es catártica,
por el contrario la descarga sigue las leyes del sistema nervioso, más precisamente del sistema autónomo. La respuesta que lleva a la descarga lleva en sí misma lo interrumpido por el trauma.

La liberación de síntomas aparece casi simultáneamente a este proceso ya que la retención de energía concentrada en el síntoma es liberada. Dada que las reacciones corporales que acompañan la formación de síntomas es inconsciente, el rescate de las sensaciones corporales en el presente asociadas al trauma transforman el sentido corporal que posibilita un repertorio de respuesta mucho más amplio y flexible.

Self Regulation Therapy trabaja lentamente restaurando la conciencia corporal luego de una experiencia traumática. Esta terapia actúa reconstruyendo coherencia y continuidad secuencial sobre experiencias que aparecen con frecuencia borrosas y fragmentadas. Las sensaciones corporales actúan rescatando al cuerpo de la disociación, la sensación de “anestesia”, de “el estar borroso, ausente”; todos estos síntomas que reactivan el trauma de manera crónica pero sin nombrarlo, descargarlo o transformándolo.

Como he dicho anteriormente, el trauma ya no se encuentra en el evento sino en el sistema nervioso. Cuando la experiencia traumática se completa en terapia, se observa con mucha frecuencia en el paciente una actitud naturalmente positiva sin falsas expectativas o ignorante de los peligros que la realidad circundante “ofrece”. De esta manera se lo ve desplegando una actitud relajada y al mismo tiempo alerta muy distinta a la actitud rígida e híper vigilante relacionada al trauma. SRT trabaja directamente con la respuesta fisiológica entretejida en el
trauma. Cuando la experiencia traumática se resuelve en el cuerpo, aparecen espontáneamente nuevas significaciones altamente reparadoras que abren a nuevas y vitales experiencias en el presente.

Bibliografía

  • Bessel A. van der Kolk, Alexander C. McFarlane, and Lars Weisaeth, Editors (2007).
    Traumatic Stress, The Effect of Overwhelming Experience on Mind, Body, and Society.
    The Guilford Press. New York, London.
  • Robert C. Scaer, MD (2001). The body bears the Burden, Trauma Dissociation, and
    Disease. The Haworth Medical Press.
  • Allan N. Schore (2003). Affect Regulation and the Repair of the Self. W.W. Norton &
    Company, Inc.
  • Peter A. Levine with Ann Frederick (1997). Walking the Tiger, Healing Trauma. North
    Atlantic Books.
  • Canadian Foundation for Trauma Research and Education. http://www.cftre.com/