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El Poder Magico de las Consecuencias Naturales – Los hijos y sus “malas” elecciones

 

Cuando mi hija tenía casi 3 años, al estar en la bañera cada noche, trataba de sacar el tapón que impedía que el agua saliera de la misma. Ni bien me daba cuenta, lo impedía al tiempo que le explicaba brevemente que su baño se interrumpiría sin agua en la bañera. Un día sin embargo mi niña consigue sacar el tapón sin que me diera cuenta y a los segundos decido dejar que la consecuencia  natural se haga evidente ante sus ojos. Mi hijita shockeada observaba en pánico cómo el agua se escurría dejando la bañera vacía. Sus inconsolables lágrimas parecían hacer el impacto que mis repetidas explicaciones no habían hecho.

En las siguientes noches, la negociación se hizo posible. Ella disfrutaba de su baño, también le gustaba mucho tirar de la cadena del tapón hasta sacarlo. Yo, madre, decidía cuando el baño se terminaba, sin embargo ella, era la encargada de sacar el tapón al finalizar su baño y saludar al agua hasta el dia siguiente. En este caso, el dejar que mi hija experimente las consecuencias naturales de su repetida e inconveniente acción, aportó un aprendizaje y sus consecuentes ganancias.

Debemos dejar que los hijos experimenten consecuencias naturales cuando esto implica sufrimiento? Cómo sopesar riesgos y ganancias?

Nadie quiere que los hijos sufran. No recuerdo haber disfrutado ni por un segundo el inconsolable llanto de mi hijita en la experiencia del baño sin embargo la vivencia directa de lo anteriormente narrado, tuvo un poder mucho más poderoso y duradero que mis palabras.

Debiéramos dejar que nuestros hijos adolescentes se droguen apostando a que las consecuencias naturales los haga reflexionar y abandonar tales elecciones? Podemos observar que exploren drogas, alcohol, malas compañías, malas elecciones sin intervenir?

La prohibición o consejos de los padres hacen impacto en los hijos?

Para entender esto y poder arribar a una respuesta razonable es importante volver a entender la narrativa anterior. Donde queda significada una experiencia cuando vamos creciendo? Dónde está el punto de anclaje de una experiencia al crecer? Normalmente en la mirada de un otro significativo (la madre, el padre, el cuidador). Es/fue, en mi mirada desde mi rol de madre que la experiencia del baño tuvo el sentido de causa consecuencia.

En la adolescencia aun cuando el joven en su intento de independizarse explora el mundo fuera de la mirada de los padres, la introyección de la misma con suerte arma un marco de referencia en el que el joven se apoya aún de manera inconsciente. Es en las conversaciones, comentarios de los padres hacia los hijos adolescentes que la mirada se refuerza dando un significado al que el joven puede volver aún cuando las circunstancias lo hayan alejado.

Los adolescentes…escuchan a los padres?

Sí, pero no de la manera en que solemos pensarlo. Los padres siempre hacen impacto en los hijos para bien y para mal. El estilo de vida que eligen, los trabajos, sus elecciones en relación a lo social …… Los adolescentes escuchan a los padres para copiarlos y también para oponerse….entonces dónde está el verdadero impacto???? Los padres, insisto, son un referente! El problema se genera cuando estos se olvidan y actúan  desconociendo el valor del responder en lugar de reaccionar. Los hijos despiertan en los padres. todo tipo de sentimientos y emociones. Cuando el hijo  observa que las emociones de los padres son el disparador de una respuesta instantánea….reaccionar versus responder; el hijo no se acerca porque no hay nada nuevo. Cualquier circunstancia asociada a sus decisiones (las no aceptadas) despierta una catarata de emociones en los padres sin que esto le aporte ninguna nueva manera de pensar. El adolescente que está, por naturaleza, buscando separarse, termina alejándose. Alejarse está en la base del separarse sin embargo la distancia emocional que el adolescente pueda tomar de sus padres sería lo preocupante.

Que pasa cuando el adolescente experimenta las consecuencias naturales de sus acciones?

Los adolescentes por sus necesidad de separarse, tienden a alejarse y fuera de la mirada de los padres comienzan a experimentar las consecuencias naturales aún cuando no lo planeen asi. Los padres siguen siendo en mi opinión, la mirada, el referente. Cuando los padres le niegan al adolescente la entrada hacia esta mirada referencial, el adolescente se ve obligado a buscarla afuera. El adolescente podría encontrar algo mejor o peor, sin embargo, queda perdido sin un referente claro y sólido desde dónde comparar.

Desde mi experiencia como terapeuta y luego de ver a pacientes de todas las edades, quiero destacar que no es en el el rechazo a los adolescentes desde dónde se realiza el encuentro que los padres tanto anhelan.

El lugar de los padres de adolescentes es en el estar-presente-accesible-observante y sólo desde esa presencia es posible…dejar que el agua se escurra sin intervenir…

Lic. Laura Coogan